Todavía a día de hoy hay quien no conoce el concepto de microplástico o cree conocerlo pero jamás se imaginaría el impacto que estas pequeñas partículas generan en nuestro entorno y en nuestra salud.

  Estamos en la era del plástico. Lo encontramos en cualquier artículo de uso cotidiano, estamos a diario en contacto con él, de lo que no nos damos cuenta es del plástico que comemos, que respiramos…

  Se calcula que semanalmente ingerimos una media de 5g de plástico. ¡¡El equivalente a una tarjeta de crédito!!

  Estas pequeñas fracciones de plástico entran en nuestro sistema digestivo desprendiendo grandes cantidades de tóxicos.

  Los microplásticos se encuentran en la atmósfera desde áreas urbanas hasta áreas remotas lejos de las regiones de origen de los microplásticos. Además de ingerirlos, otra vía de entrada a nuestro cuerpo es inhalando estas partículas.

De menú: Microplásticos

  La primera mención a los mariscos contaminados por microplásticos se registró en los años setenta, por esa fecha el plástico ya era un habitual en nuestras vidas.

  Desde entonces hasta ahora, los residuos de plástico en nuestros mares se han multiplicado infinitamente y a día de hoy más del 70% de los pescados y moluscos analizados presentan restos de plástico en su sistema digestivo.

¿En qué alimentos encontramos plástico?

  En nuestro plato encontramos cientos de fibras plásticas que ingerimos junto con la comida.

  Mostramos una lista de alimentos donde principalmente podemos encontrarlas.

Sal

 Analizando 21 muestras diferentes de sal de mesa comercial de España, el contenido de microplásticos encontrado fue de 50-280 microplásticos / kg de sal, siendo el PET (tereftalato de polietileno) el polímero más frecuentemente encontrado, seguido del PP (polipropileno) y PE (polietileno).  

  El 90% de la sal está contaminada en mayor o menor medida por partículas de plástico.

Mariscos y pescados

  Las especies marinas ingieren los microplásticos de distintas formas: los mejillones y las ostras al alimentarse por filtración; los cangrejos los inspiran a través de las branquias e ingieren a través de la boca; al igual que los peces.

  La OCU alerta de que toda la cantidad de microplásticos que se haya acumulado en ellos termina en nuestro tracto digestivo. 

Agua

  Hasta 10.000 partículas de plástico por litro han sido halladas en una botella de agua de las que se pueden encontrar en el supermercado. Los microplásticos han infectado el agua potable del mundo.

  Estas fibras microscópicas se originan durante la abrasión cotidiana de la ropa, la tapicería, cosméticos que consumimos con microesferas como pasta de dientes o cremas exfoliantes pueden alcanzar el grifo de tu hogar y contaminar las fuentes locales de agua.

  En Europa, el 72% del agua de grifo y el 90% del agua embotellada está contaminada por microplásticos.

Cerveza

  Los amantes de la cerveza no nos libramos, desgraciadamente si tenemos el agua contaminada, la cerveza también lo está.

  De las 24 marcas de cerveza analizadas por una investigación alemana, todas tenían alguna traza de fibras microplásticas, fragmentos y material granular.

Carne y pescado envasado en bandejas de poliestireno

  Las bandejas de alimentos a menudo están hechas de poliestireno extruido, cantidades de partículas de este material de tamaño milimétrico quedan atrapadas entre la carne.

  Estas partículas son difíciles de eliminar con un simple enjuague y probablemente se cuecen antes de consumirlas, precisamente, la peligrosidad del estireno reside cuando se expone el material a temperaturas altas, ya que libera dioxinas que penetran en alimentos y bebidas, y en cambio es inocuo a bajas temperaturas.

  El estireno está clasificado como un posible carcinógeno humano por la Agencia de Protección Ambiental y por la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer.

  Tengamos en cuenta la cantidad de cafés para levar que se consumen en el mundo a diario en envases de poliestireno que, precisamente, se expone a altísimas temperaturas con las bebidas calientes.

  Hay muchos lugares en los que su uso ya está prohibido.

El plástico que respiras

  Estudios epidemiológicos indican que la contaminación del aire por partículas atmosféricas ambientales está relacionada con efectos respiratorios y cardiovasculares adversos.

  Desde hace mucho se sabe que los microplásticos dañan los tejidos pulmonares, lo que ocasiona cáncer, ataques de asma y otros problemas de salud.

  Además, estas partículas a menudo contienen aditivos químicos tóxicos o contaminantes que cambian la forma en que funcionan las hormonas humanas.

  Un cuerpo de investigación revela que las personas que trabajan con textiles y polvos a base de plástico tienen un mayor riesgo de sufrir problemas respiratorios.

Fibras Textiles

  Ni en nuestra casa nos libramos de ellos. Las fibras sintéticas que forran nuestros sofás, contienen nuestras sábanas y nuestras ropas, están en el ambiente de nuestros hogares contaminando el aire que respiramos.

 

  Un estudio realizado en 2015 en París estimó que, entre 3 y 10 toneladas de fibras transportadas por el aire llegan a la superficie de esa ciudad cada año.

Polvo de neumático

  La rozadura del neumático con el alquitrán de la carretera desprende partículas de neumático y partículas de la carretera.

Esta es una de las mayores aportaciones de microplásticos tanto en el aire como en el agua. 

El polvo de estireno-butadieno proveniente de los neumáticos es de las partículas más tóxicas provenientes del petróleo.

  Los efectos más comunes en trabajadores expuestos al estireno tienen que ver con el sistema nervioso.

Pintura y productos abrasivos

  La pintura de casa, de los barcos y las marcas de carretera contribuyen en más del 10% de la contaminación por microplásticos en los océanos.

  Cuando las pinturas se van desgastando, se liberan microplásticos al medioambiente.

  En el caso de los productos abrasivos, los microplásticos normalmente se mezclan con otros agentes de limpieza a presión, como arena o un mineral llamado corindón.

Microperlas en tu baño

  Desde hace unos 10 años, todas las principales marcas de cosméticos han añadido deliberadamente micro, nano e incluso plásticos líquidos a los cosméticos y productos de cuidado personal.

  Los plásticos están incluidos en la lista de ingredientes del envase, pero solo bajo sus nombres químicos, como tetrafluoroetileno o metacrilato de metilo, por lo que son irreconocibles para la mayoría de las personas.

  Lo podemos encontrar prácticamente en todos los productos que tenemos en nuestro neceser de aseo, como pueden ser:

  • Pasta de dientes
  • Detergente de lavadora
  • Pintalabios
  • Exfoliantes/Peeling
  • Gel de ducha
  • Crema solar
  • Lacas….

  En 2015 Estados Unidos aprobó la Ley de Aguas Libres de Microesferas, en la que se exigía que las empresas dejaran de utilizar estos microplásticos en productos de belleza y salud a partir de julio de 2017.

  En Canadá, la prohibición de fabricación de estos productos entró en vigor a principios de este año, mientras que en Nueva Zelanda lo hará a principios de verano.

  Varios países de la Unión Europea han iniciado una campaña en pro de una prohibición similar.

El plástico que vistes

 

Más de 700.000 fibras microscópicas pueden desprenderse en las aguas residuales durante cada uso de una lavadora doméstica, un estimado de 1 millón de toneladas de estas fibras se descargan en las aguas residuales cada año, más de la mitad evaden el tratamiento y se vierten directamente al medio ambiente.

  Las fibras sintéticas de nuestras prendas, sábanas y tapicerías de toda la casa asfixian el agua que bebemos y el aire que respiramos.

¿Cómo nos afecta?

  Los primeros estudios acerca de los efectos sobre la salud de los plásticos microscópicos en los seres humanos están apenas comenzando

  Lo que sí está demostrado es que los microplásticos están presentes en nuestros intestinos y que éstos dentro de nuestro sistema pueden funcionar como disruptores hormonales además de liberar tóxicos relacionados con el cáncer y otras enfermedades graves.

  La actual vía de investigación es si los plásticos se pueden degradar en partículas tan pequeñas (nanoplásticos) que puedan atravesar las paredes celulares.

  Microplásticos ingeridos por aves, peces, tortugas… pueden provocar lesiones mecánicas en el tracto digestivo, impedir la digestión o bloquear la ingesta de alimentos hasta el punto de que el animal se muere de hambre debido a una continua sensación de saciedad.

  Además de las lesiones mecánicas, los componentes de estas micropartículas pueden ser tóxicos o causar alteraciones endocrinas, ya que el plástico actúa como un imán para los contaminantes, de forma que la concentración de contaminantes en el microplástico es mucho mayor que en cualquier otra superficie, y a esto hay que sumar los contaminantes añadidos al plástico durante su producción.

Referencias